Nuestros sistemas capturan y reutilizan eficientemente el calor descargado por los sistemas de refrigeración para producir agua a alta temperatura y vapor a alta presión para uso industrial y doméstico. Este enfoque reduce los costos de calefacción, mejora la eficiencia energética y reemplaza las calderas tradicionales, lo que contribuye a reducir las emisiones de carbono.

Las fuentes de calor de baja calidad, como el suelo, las aguas subterráneas, las aguas superficiales y las aguas residuales, se utilizan para la calefacción y la refrigeración durante todo el año. Este método elimina la necesidad de torres de enfriamiento, reduce los efectos de isla de calor urbano, disminuye los niveles de ruido y optimiza el consumo de energía y agua.